¿Qué es la velocidad de transferencia sostenida?

La velocidad de transferencia sostenida en dispositivos de almacenamiento se refiere a la cantidad de datos que un dispositivo puede leer o escribir de manera continua a lo largo de un período de tiempo sin interrupciones. Se mide típicamente en megabytes por segundo (MB/s) o gigabytes por segundo (GB/s). A diferencia de la velocidad máxima de transferencia, que puede reflejar picos de rendimiento, la velocidad de transferencia sostenida representa el rendimiento real y consistente del dispositivo bajo uso prolongado.

Contexto en los discos duros (HDD)

En los discos duros mecánicos (HDD), la velocidad de transferencia sostenida depende de varios factores, incluyendo:

  • Velocidad de giro (RPM): Un disco con mayor RPM generalmente tiene una velocidad de transferencia sostenida más alta.
  • Densidad de datos en los platos: Cuanta más información se almacene por área de disco, más datos se pueden leer en una sola rotación, mejorando la velocidad sostenida.
  • Posición de los datos: Los datos que están en las pistas exteriores de los platos del disco pueden leerse más rápidamente que los datos en las pistas interiores, ya que las pistas exteriores cubren más área por rotación.
  • Ejemplo de velocidades sostenidas en discos duros: Un disco duro de 5,400 RPM puede tener una velocidad sostenida de entre 50 MB/s y 120 MB/s. Un disco duro de 7,200 RPM puede ofrecer entre 80 MB/s y 160 MB/s de velocidad sostenida.

Contexto en las unidades de estado sólido (SSD)

En los SSD, la velocidad de transferencia sostenida es más consistente y generalmente mucho más alta que en los discos duros debido a la ausencia de partes mecánicas. Sin embargo, aún puede variar dependiendo de la tecnología del dispositivo:

  • Tipo de memoria flash: Afecta la durabilidad y el rendimiento. Las celdas SLC, por ejemplo, son más rápidas y ofrecen mejores velocidades sostenidas que las celdas QLC, que son más lentas y menos duraderas.
  • Buffer de caché: Muchos SSD utilizan una memoria caché para acelerar las transferencias. Sin embargo, si se llenan rápidamente, la velocidad de transferencia puede disminuir cuando el dispositivo comienza a escribir directamente en la memoria flash.
  • Ejemplo de velocidades sostenidas en SSD: Un SSD con conexión SATA III puede tener una velocidad de transferencia sostenida de hasta 550 MB/s. Un SSD con interfaz NVMe puede tener una velocidad sostenida de 1,500 MB/s a 7,000 MB/s o más.

Factores que afectan la velocidad de transferencia sostenida

  • Temperatura: Algunos dispositivos, especialmente los SSDs NVMe, pueden reducir su velocidad cuando alcanzan ciertas temperaturas para evitar sobrecalentamiento (esto se llama throttling térmico).
  • Fragmentación : En discos duros, los datos fragmentados pueden reducir la velocidad sostenida, ya que los cabezales tienen que moverse a diferentes partes del disco para leer o escribir datos.
  • Uso del buffer o caché: En dispositivos que utilizan caché, las velocidades iniciales pueden ser muy rápidas, pero la velocidad sostenida disminuirá una vez que la caché esté llena.
  • Capacidad disponible: En algunos SSDs, la velocidad de transferencia sostenida puede disminuir a medida que el dispositivo se llena, debido a la necesidad de realizar más operaciones de borrado y reescritura.